¿Mi perro no me obedece que puedo hacer ?
Fotografía UnCOMO
¿Te identificas con la frase “Mi perro no me hace caso”? ¿Te gustaría que alguien te diera una solución efectiva? Entonces creo que este artículo te va a interesar
Muchas de las personas que convivimos con un perro en casa (o más de uno) nos hemos encontrado en situaciones comprometidas al no ser capaces de controlar su comportamiento.
- Mi perro no me hace caso y por eso no me atrevo a soltarlo nunca.
- Mi perro se pelea con otros perros y ya no sé qué hacer.
- Mi perro ladra a los desconocidos y no hay manera de conseguir que no lo haga.
- Mi perro persigue a la gente que pasa corriendo o va en bici.
- Mi perro no acude cuando lo llamo si está haciendo algo que le interesa más.
Es probable que, si estás leyendo este post, sea porque te has visto reflejado/a en alguna de las anteriores situaciones, ¿verdad? Pues te diré una cosa:
Los problemas de obediencia en perros, la mayoría de las veces, son de todo menos simples problemas de obediencia. Sus causas suelen estar más relacionadas con la inseguridad del perro frente a otros perros o personas, el miedo, la falta de autocontrol y/o la inexistencia de un vínculo consistente y de confianza entre el animal y su propietario.
Cómo hacer que tu perro te haga caso
Lamentablemente, no hay una receta mágica que solucione cualquier problema de “obediencia”. Esto es porque, por suerte para todos, éstos son seres emocionalmente complejos y no planos. No son robots programables.
Por tanto, si tu perro no te hace caso, tendrás primero que identificar en qué situaciones concretas no obedece y luego analizar, con la ayuda de un profesional, si esa falta de obediencia tiene algún patrón común. En definitiva, analizar cuál es la motivación del perro cuando hace aquello que no debe hacer, o cuando ignora tus reclamos/reprimendas.
No es posible dar una solución general a los problemas de obediencia canina porque cada caso tiene sus particularidades.
Para pautar un tratamiento que logre solucionar un problema de comportamiento siempre es necesario que un profesional valore todos los agentes implicados: el perro, los propietarios y su habilidad en el manejo del animal, el contexto/ambiente en el que se da el problema, la gravedad del mismo y el riesgo para el propio perro o para terceros, etc.
Las soluciones generales son un engaña-bobos. Sin embargo, hay un factor que suele estar en la base de la mayoría de problemas de comportamiento canino: la inexistencia de un vínculo apropiado entre perro y guía o propietario.
Construir un vínculo adecuado
Detrás de la queja “Mi perro no me hace caso” suele haber una falta de entendimiento y de comunicación entre perro y propietario.
La ciencia ya ha puesto de relieve que los perros desean colaborar con nosotros, que les motiva ayudarnos sin necesidad de premios o refuerzos externos. Así que, si tu perro no lo hace, seguramente sea porque no se ha establecido un vínculo de confianza sólido entre vosotros, o bien porque no le pareces lo suficientemente “sexi” (divertido, confiable, buen compañero) para dejar de hacer algo que le gusta sólo porque tú se lo pides.
Los perros y propietarios que mantienen un vínculo de confianza mutuo suelen tener una convivencia placentera y no conflictiva.
La doctora Juliane Kaminski es una de las científicas más relevantes del mundo en cognición canina y una gran estudiosa del vínculo entre humanos y perros. En esta entrevista concedida a Educan, decía una frase muy interesante, que puede ayudarte a entender qué significa tener un buen vínculo con tu perro:
“Creo profundamente en tener una relación natural con nuestros perros. Natural, para mí, significa respetuosa”.
¿Qué puedes hacer para construir un vínculo de confianza con tu perro?
A partir de la reflexión de Kaminski, te voy a proponer algunas ideas para crear un vínculo adecuado y positivo con tu perro:
1- Aprende lenguaje canino: si no conoces las expresiones básicas de los perros, será imposible que te comuniques con el tuyo de forma apropiada. Puedes descargarte aquí una guía visual sobre lenguaje canino que te ayudará en este propósito.
2- Ten en cuenta que tu perro es un perro: no esperes que tu perro comprenda las cosas como si fuera una persona. No lo es y, por lo tanto, tiene otras capacidades y limitaciones distintas a las nuestras. Recuerda, también, que las “normas sociales caninas” son distintas a las humanas.
3- Conoce y atiende sus necesidades como perro: los perros, como individuos de la especie canina, tienen una serie de necesidades físicas y comportamentales propias. Además, tu perro como individuo tendrá también las suyas particulares: no necesita lo mismo un perro joven y activo que un perro anciano, por ejemplo.
4- Sé natural: naturaliza la relación con tu perro y déjate llevar. Algunas personas se preocupan tanto por saber cómo educar a su perro que terminan “siguiendo instrucciones para todo” y se olvidan de ser naturales.
5- Haz cosas con tu perro: evidentemente, si no haces cosas con él o ella, no podrá generarse ningún tipo de vínculo entre vosotros. Como dice la frase: “el roce hace el cariño”. Por supuesto, procura que esas cosas sean tan divertidas para ti como para tu perro. Que disfrutéis por igual, o al menos de forma compensada: hoy tú y mañana yo
6- Respétalo y trátalo como un individuo de otra especie, pero no de una especie “inferior”: el respeto es la base de cualquier relación entre individuos, también entre tu perro y tú.
7- No utilices el castigo físico como forma habitual de explicarle las cosas a tu perro: a nadie le gusta aprender a base de castigos. Una relación basada en ellos es una relación sustentada sobre la base del miedo y la sumisión, algo totalmente opuesto a la confianza.
8- Ayúdale cuando lo necesite, pero no lo sobreprotejas. Conviértete en su mejor guía: tu perro necesita saber que, en ti, encontrará una figura segura cuando lo requiera. Ahora bien, también necesita poder tomar sus propias decisiones y enfrentarse a sus propios retos. Como cualquier animal, tiene que aprender a relacionarse de forma adecuada con el entorno en el que habita.
9- Sé consistente con las normas: tu perro necesita entender que eres una figura estable, así que sé coherente y consistente con las normas de convivencia que establezcas y no las modifiques a tu antojo. Es decir, si quieres que tu perro no pida mientras comes, por ejemplo, no le des nunca comida de la mesa. Y no te saltes la norma «a veces» porque tu perro no va a entender por qué hoy sí y otro día no.
Reflexión final
La creación de un vínculo positivo y consistente entre perros y personas no es sólo la solución al problema de «Mi perro no me hace caso». Es también la solución a un mal mucho mayor: el abandono y el maltrato canino.
Quiero acabar este post con la reflexión de Eva Quiñones, experta en comportamiento canino, máster en Antrozoología (la ciencia que estudia el vínculo entre los seres humanos y otros animales) y directora de Educanimals: «Los cerca de 140.000 animales que se abandonan al año en España, y los problemas de comportamiento con los que nos encontramos diariamente los educadores caninos, nos demuestra la necesidad de un cambio de visión sobre la convivencia con estos animales».
Eva Quiñones tiene muy claro que gran parte del problema ocurre cuando el perro es visto más como un objeto que como un ser vivo:
Si la relación entre perro y persona se inicia de una forma responsable y consciente, preocupándonos por el ser emocionalmente complejo que va a formar parte de nuestra vida, todo lo demás será siempre más fácil.
Fuente: Simiperrohablara.com
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